Mi hijo Louis ya tiene casi 4 años. Es un ser amoroso y dulce que nació dos meses antes de la pandemia y que crece en un mundo de cambios, incertidumbre e inestabilidad.
.
Sus pequeños oídos suelen escuchar conversaciones adultas sobre cómo la tecnología nos está transformando, y no siempre de forma beneficiosa. Los niños, como él, se enfrentan a problemas en los que sus padres aún no encuentran respuesta. Sus ojos azules se iluminan ante un sol abrasador que está desertizando nuestro precioso mediterráneo, ¿Cómo será tu verano en Barcelona en 20 años Louis? A los lejos, escucha también los susurros de un médico en la familia que lamenta el aumento en las tasas de suicidio entre adolescentes, así como la prevalencia de la depresión y la ansiedad en nuestros hospitales. Los educadores tampoco dan para más, la salud mental de nuestra sociedad, especialmente de nuestros jóvenes, se ha convertido en un problema urgente.
.
A pesar de ello, Louis sigue jugando y sonriendo y una parte de mí desea que permanezca en ese lugar de inocencia, felicidad y tranquilidad. Quiero seguir ofreciéndole en mis brazos la seguridad y el vínculo, no sin darme cuenta de que no son sólo ellos los que le sostendrán a medida que crezca. Será sobre todo su fuerza interior, entereza y determinación las que lo hagan fundamentado por el amor que sepa darse y sepa ofrecer a los demás.
.
Ante la incertidumbre y el desequilibrio del mundo que lo rodea puedo hacer ver que trato de cambiarlo. Pero sobre todo lo que sí puedo hacer, es buscar en mi día a día mi propio equilibrio y paz interior, para que él encuentre en mí el ejemplo a través del cual algún día pueda desarrollar el suyo.
.
Un día como hoy, vale la pena recordar que la salud mental siempre es importante.
#saludmental #schaki #sofischaki
.