En cada viaje que hago intento encontrar el aprendizaje que obtengo, trato de poner el sentido espiritual a todo lo que vivo.
OBSERVO un país de contrastes, la belleza y esplendor de sus paisajes chocan con edificios en ruinas destruidos por la guerra. Iglesias y mezquitas que imponen su presencia con sus edificios, sus campanas y sus cantos. «Suenan tan fuerte porque cada uno se quiere hacer notar,» me cuenta una persona local. Me encuentro con una sociedad diversa en apariencia pero que aún tilda con etnias y religiones a las personas con cierto temor, sin hablar de ello abiertamente.
Las heridas de una guerra civil siguen abiertas, lo siento. Se habla de un trauma transgeneracional que están actualmente heredando los niños que nacen hoy, sus padres eran niños cuando sufrieron la guerra. “La gente aquí no habla de sus problemas me cuenta otra persona”. “Llevo mi dolor por dentro, con estoicidad”, escucho yo por dentro. Las heridas no se han curado y todo aquello que no se sana, pervive generación tras generación.
Observo perpleja los agujeros de balas que siguen presentes en los edificios, recuerdo las imágenes que veía en TV cuando apenas tenía 10 años de ciudades destrozadas. Me recuerdan de nuevo que la guerra está cerca, y que el lado más oscuro del ser humano existe y está presente en tod@s nosotr@s. Verlo me ayuda también a ver el lado contrario, en el que reside la luz y paz. Bosnia me cuenta que vale la pena recordar todo aquello que no queremos ser y a lo que no queremos volver para reforzar el camino que muchos hemos emprendido, un camino de construcción y aprendizaje, un camino de amor y paz hacia nosotr@s y hacia el mundo. Un camino que no estoy dispuesta a abandonar y que Bosnia me anima a continuar.
#viajes #terapia #aprendizaje #evolución #espiritualidad #consciencia #energía #terapiaenergética #chamanismo #schaki #sofischaki