Vivir en la esencia

Vivo en mi esencia cuando simplemente acepto lo que soy (So Ham-Yo Soy). Soy una persona única que vive situaciones distintas. ¿En qué medida esas situaciones me alejan o me acercan a mí? La esencia es una, pero las situaciones que vivo y las personas con las que me relaciono son en apariencia distintas.

Muchas veces nos quejamos de que hay ciertas personas, ciertos trabajos, ciertos espacios en los que nos sentimos incómodo/as. Creemos que son ellos, con su mala energía, sus juicios, su negatividad, o incluso excesiva positividad los que nos hace sentir incómodos, incluso molestarnos o enfadarnos. Si queremos ir un poco más allá, veremos que esas personas no están lejos de lo que somos.  Nos sentimos mal, no porque no nos guste como es el otro, sino porque no nos gusta y no aceptamos lo que somos cuando estamos en ese lugar o con esa persona.

Si adquirimos conciencia sobre eso que nos resulta incómodo, podemos optar por distanciarnos o por querer cambiar a la otra persona. El problema es que esa incomodidad refleja algo de ti, vibras en lo mismo, eres lo mismo y por eso te molesta. Lo más probable es que te vuelvas a encontrar con alguien que te haga sentir así. De nada sirve que centres tu energía en cambiar al otro o te alejes de alguien si, por el contrario, no te acercas a ti. Esa persona o situación te puede estar mostrando algo de ti que no quieres ver. Te está dando la oportunidad de explorar ese malestar que te produce su presencia, porque cada vez que estás con ella, lo que haces es alejarte de ti y de tu esencia.

Te acercas a tu esencia cuando te observas, con lo que te gusta y lo que no te gusta, porque eres ambas cosas y porque lo que te ayuda a cambiar y evolucionar es esa mirada interna que acepta más y juzga menos. Si esa persona te molesta, puedes optar por observar que parte de ti te está mostrando, que es eso que está en ti cuando estas con esa persona que no estás aceptando. En la aceptación de lo que eres está el descanso y está tu esencia. Aceptación no es lo mismo que resignación, aceptas que las cosas son así para poder cambiarlas. En cambio, te resignas cuando piensas que las cosas no se pueden cambiar.

Vivir en la esencia no es más que observar y aceptar quién eres HOY.  Allí está tu fuerza y tu puerta hacia la transformación